¿CÓMO EMPEZÓ TODO?
La historia de Weber es sin lugar a dudas una de las mas sorprendentes y con un origen muy creativo.
Hoy podemos afirmar que la empresa de barbacoas Weber es reconocida como marca top a nivel mundial.
Este éxito se debe al constante trabajo, disciplina y visón innovadora para hacer la mejor barbacoa para todos.
Los inicios se remontan hace 70 años de la mano de su creador, George Stephen.
Pero… ¿Cómo y donde nació Weber?
GEORGE STEPHEN, EL PADRE
La respuesta a esa pregunta la encontramos en la ciudad americana de Chicago en los años 50.
Ahí vivía George Stephen, un trabajador en la fábrica Weber Brother Metal Work y padre de una gran familia con nada menos que 12 hijos.
Como buen anfitrión, George disfrutaba reuniendo y cocinando para su familia y amigos alrededor del fuego en su jardín. Hasta esa época, las únicas barbacoas que existían estaban construidas de ladrillos, inmóviles y expuestas a ráfagas de viento que levantaban polvo y ceniza, dificultando las cocciones. Fue entonces cuando George vio la clara necesidad de crear una máquina de cocción perfecta, eficaz y que bloqueara el viento.
LA PRIMERA IDEA DE DISEÑO
Muy lejos de su jardín, en un paseo en velero por alta mar, George Stephen vio lo que se convertiría en su primera idea de diseño para la barbacoa perfecta: Una boya náutica metálica.
En su cabeza el diseño estaba muy claro, así que lo llevó a cabo:
Empezó creando una forma metálica parecida al de la boya para posteriormente cortarla en dos partes de forma horizontal. La parte superior con una asa serviría como tapa, la parte inferior como cuba para el carbón y cenizas y 3 soportes metálicos a modo de pies.
Sin perder el tiempo, George empezó a usarla y enseguida vio las mejoras que ofrecía su nuevo invento. Para empezar, la tapa cerrada solucionaba el problema con las ráfagas de viento y, además, conseguía un calor constante y homogéneo en el interior de la barbacoa, lo que resultaba en cocciones perfectas y con un característico sabor ahumado delicioso en cada cocción.
Muy contento con los resultados, decidió compartirlo con vecinos y conocidos, quienes quedaron asombrados por la precisión y resultados de sabor en los alimentos a la parrilla. Gracias a la gran aceptación de su invento, decidió plantearse una gran pregunta:
¿Podría su producto triunfar en el mercado norteamericano?
EL ÉXITO DE LA ORIGINAL KETTLE DE WEBER
Con un producto novedoso, un gran mercado potencial y el apoyo y motivación de todos sus comensales, George decidió mostrar al país su invento. Pero antes que nada, debía dar una marca y nombre a su producto, y así lo hizo.
Junto a su esposa Marge en 1952, decidieron crear su nueva marca Weber-Stephen y asignaron el nombre de Original Kettle a la barbacoa. Una vez registrado el producto, se lanzó a recorrer las carreteras del país para darse a conocer.
Con todo a favor, el éxito fue casi inmediato. Los americanos, deleitados por el producto, empezaron a popularizarlo con el sobrenombre de «La Bola».
AÑOS DE CRECIMIENTO
Gracias al exitoso producto Original Kettle, Weber-Stephen decidió crecer apostando por contentar a sus clientes y las nuevas necesidades de mercado. Empezaron a desarrollar nuevos productos, adaptados a cada cliente y a su estilo de vida, preferencias de cocción y de diseño.
Desde el primer modelo Original Kettle en 1952 hasta el día de hoy, Weber ha triunfado con diversos modelos históricos como la Barbecue Ranger en 1965, Imperial Sequoia en 1968, Barrel Bar-B-Q en 1972 o Summit Platinum en 2002 entre otros.
Cada uno de los nuevos modelos en la historia de Weber ha ido implementando diversas mejoras funcionales y de diseño, consiguiendo contentar incluso a los clientes más exigentes. A día de hoy, encontramos en Chicago la sede Central de Weber, dirigida en mayor parte por sus hijos y en constante crecimiento a nivel global.
Podemos afirmar que Weber cuenta con un pasado que ha hecho historia, un presente muy sólido y un futuro con mucho potencial, listo para ofrecer a clientes de todo el mundo la mejor experiencia de cocina al aire libre.